Su estilo de vida nómade imponía el uso de viviendas de estructuras sencillas, definidas por las características naturales de los territorios ocupados, y eran de dos tipos, uno de forma cónica de unos cuatro metros de ancho, construida sobre una estructura de ramas y pieles cosidas, característica de la zona boscosa del sur.
Armaban la vivienda sobre una depresión o hueco del terreno, para eso lo preparaban excavando entre 25 a 40 cm de profundidad y dándole un diámetro de uno a tres metros. El fuego estaba en el centro y bajo las pieles donde dormían ponían pastos y ramitas aislantes. Ambas eran viviendas uni o plurifamiliares.
Gracias a la vivienda, los Shelk´nam pudieron tener momentos de reflexión y convivencia entre ellos para compartir experiencias, relatos y sabiduría bajo el gélido clima de su tierra.
2019
Oleo sobre tela
90x120 cm (anchoxalto)